Los
RESIDUOS SÓLIDOS URBANOS
(que son parte de los recursos finitos del planeta)
una vez recolectados son dispuestos en basurales incontrolados a cielo abierto
en la mayoría de los municipios de nuestro país; causando la proliferación de
vectores capaces de transmitir no menos de medio centenar de enfermedades, sus
lixiviados (producidos por lluvias, procesos de evapo - transpiración) provocan
el envilecimiento de los acuíferos subterráneos y superficiales; afectadas las
aguas se produce el ingreso al ciclo alimentario con lo cual aumenta la
ocurrencia de enfermedades.
Bien
es sabido que todas las actividades humanas crean efectos adversos sobre el
medio ambiente, porque en el proceso de producción y reproducción de sus
condiciones materiales de vida el hombre explora, transforma, almacena,
distribuye, intercambia y consume bienes y servicios. Este consumismo
indiscriminado conlleva a la generación de altas cantidades de residuos sólidos
los cuales en su mayoría son orgánicos, que en muchas ocasiones son arrojados
en el medio contaminándolo. Su mal manejo vuele infértiles a los suelos,
contamina las aguas, el aire y afecta la salud pública.
Estas
externalidades se traducen en una transferencia de costos de los responsables
de los procesos contaminantes que es aún un alto porcentaje de la población. No
existen a la vista, señales dirigidos a asumirlos dado que ese hecho debe
instalarse en los mecanismos de fijación de precios. Y nada indica que hayan
sido internalizados... es decir incorporadas a la rentabilidad que
separa al “costo del beneficio”.
El
aprovechamiento de los residuos sólidos orgánicos urbanos no se debe seguir
viendo como un proceso aislado, pues debe ser integrado con las empresas que
prestan el servicio público de aseo, así se genera más cultura y convicción del
usuario con relación al ambiente. De igual medida se debe materializar el
mecanismo para incentivar actividades como éstas no solo a los operadores sino
también a los transformadores externos que realizan ésta actividad para la
inserción de nuevos productos limpios en cadenas productivas. Es también de
suma importancia empezar a estimular la compensación por parte de los
operadores, a los entes o personas que contribuyan con el mejoramiento del
ambiente, aprovechando los residuos, debido a que se minimiza la disposición en
el relleno sanitario y se aumenta la vida útil del mismo. Estos incentivos
económicos, tributarios o compensaciones no se han realizado en la actualidad,
caso que se atribuye a la debilidad institucional, falta de integración entre
los actores involucrados e incipiente legislación en materia de incentivos en
cabeza del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. En
consecuencia, la falta de un organismo rector líder afecta la disponibilidad de
recursos, los procesos de información y la cobertura de servicios haciéndose
visible la deficiencia administrativa por parte del Estado como ente normativo
y fiscalizador.
Es
claro que en nuestro país existen más de 33 plantas donde se aprovechan
residuos sólidos orgánicos urbanos y que el 90% no cumplen con la normatividad
requerida para operar, debido a la falta de planificación y a la inexistencia a
largo plazo de planes operativos, financieros y ambientales tanto nivel
nacional como departamental.
La
legislación es incompleta y ambigua respecto al ámbito de competencia de las
instancias administrativas involucradas y es incompatible con las situaciones
económicas, sociales y culturales imperantes. Se ve también que hay falta de
recurso humano capacitado y calificado en todos los niveles de la operación de
éstas plantas, lo que apunta a la maximización de impactos ambientales
negativos durante la operación. Es claro que los costos operativos vs los
ingresos por producción de material generan inviabilidad en la cadena productiva
lo que ha causado la terminación de procesos iniciados, dejando muchas veces la
infraestructura construida y subutilizada. Este desequilibrio económico no
permite que emerjan las potencialidades ambientales favorables con relación al
proceso, pues el imaginario del individuo, siempre le reclama más al reciclaje
de materiales: se le exige que entregue rentabilidad cuando hasta poco, las
materias recobradas solamente contaminaban; por ello es que la aspiración a que
sea un negocio en sí mismo debe ceder ante la necesidad inicial de dar paso a
una modalidad de racionalizar la gestión municipal de los residuos. El
aprovechamiento de los residuos sólidos orgánicos urbanos) se consolida como
una opción, capaz de reducir las erogaciones y costos operativos propios de la
recolección y disposición final (incluidos los rellenos sanitarios) por los que
se pagan valores altísimos, por lo que se debe compensar, el compostaje, además
de otorgarle un impacto positivo al ambiente e impulso adicional a la agricultura
orgánica los productores agropecuarios conocen que la relación entre el
contenido de materia orgánica del suelo, aumento de la porosidad y retención de
la humedad elevan la fertilidad potencial de las zonas dedicadas a la siembra.
Este producto es un acondicionador físico que mejora la estructura del suelo
porque aporta nutrientes necesarios para la reforestación paliando los efectos
de la erosión ya sea de origen hídrica o eólica y la desertización. Todas las
anteriores bondades del aprovechamiento de residuos sólidos orgánicos van
ligadas a un sin número de procesos que dificultan la actividad en nuestro País
como se mencionó anteriormente, partimos de que la normatividad existente en
materia de residuos sólidos orgánicos es extensa y ambigua y los entes encargados
de hacerla cumplir, no tienen la capacidad instalada para realizar monitoreo y
control en cada una de las localidades donde se realiza éste proceso. Es así
también que no se ha creado una sensibilidad en el habitante Colombiano de la
no basura y que es relativamente joven la introyección de ésta nueva cultura en
nuestro país. Es claro que para que esto funcione se deben involucrar
diferentes actores sociales, educativos, interinstitucionales, con el fin de
fortalecer educación ambiental e ir más allá de la recolección y la separación
para construir en conjunto un ideal viable en materia de gestión ambiental.
En
Colombia se logra identificar el proceso educativo como uno de los más
renuentes a ser aceptados por parte de las comunidades educativas dentro de la
Gestión Integral de Residuos Sólidos, debido a la dificultad para liderar
procesos de concientización frente al aprovechamiento del material orgánico.
Este proceso debe ser continuo para lograr la eficiencia y sostenibilidad en el
tiempo, por esto se requiere un apoyo constante de la municipalidad, la
autoridad ambiental la academia y demás entidades que velan por el mejoramiento
del ambiente.
La
actividad primordial para el aprovechamiento de los residuos sólidos orgánicos
urbanos es la separación en la fuente, aspecto que no se ha desarrollado
totalmente a pesar de estar incluido en los programas de los PGIRS de la
mayoría de las municipios, haciendo esto difícil la aplicación de las técnicas
de aprovechamiento y cuando es el caso de posibilitarse arrojando productos no
inocuos, causando alteraciones en la cadena alimenticia.
No
existe en Colombia un acondicionador de suelos producido con residuos sólidos
orgánicos urbanos que sea certificado
por el ICA, y muchos de los lugares que los producen los venden sin tener
análisis de calidad de los mismos generando aplicaciones en el suelo que
afectarán las plantas y a un periodo más largo el hombre.
Para
concluir la protección del ambiente en materia de residuos sólidos tiene
limitaciones de orden institucional, de legislación ambiental, financieros y
sobre todo de vigilancia para el cumplimiento de las regulaciones. Por otra
parte, las políticas para reducir la generación de residuos municipales, aun no
han dado resultados significativos igual que la aplicación de tecnologías para
el aprovechamiento de los residuos sólidos orgánicos urbanos, las cuales
resultan ser costosas. No se ha encontrado viabilidad financiera que haga
sostenible el proceso solo con la actividad de aprovechamiento, por lo que se concluye
qué éste proceso es aún incipiente en nuestro país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario